COVID-19: Solidaridad con nuestros hermanos de Ecuador y Venezuela

COVID-19: Solidaridad con nuestros hermanos de Ecuador y Venezuela

Estamos viviendo una situación muy complicada a nivel mundial. El coronavirus afecta a todos los países por igual sin importar quién tenga más poder o sea más rico, y sus consecuencias son terribles para todos.

Pero si para nosotros esta situación de alarma está suponiendo un gran problema, ¿pueden imaginar cómo lo están viviendo en países donde reina la pobreza?

En estos momentos no nos quitamos de la cabeza a nuestros hermanos de Ecuador y Venezuela, países donde desarrollamos nuestra misión y que conocemos todas las necesidades que tienen en circunstancias normales. ¿Pueden imaginarse cómo estarán viviendo ahora?

Cuarentena en Ecuador

El P. Bruno, Superior del Distrito de Ecuador, nos cuenta que actualmente el único medio oficial de comunicación sobre el COVID-19 es el Gobierno Nacional “que va tomando las medidas pertinentes a través del COE (Comité de Operaciones de Emergencia). Hay mucha inconformidad con los números manejados por el Gobierno, dado que, solo en Guayaquil, el epicentro de la pandemia en Ecuador, el número de muertos por día sobrepasa el número total presentado por el Gobierno”.

Y es que las noticias señalaban que en Guayaquil los fallecidos se amontonaban en las casas y las calles. “Por la delicadeza de la emergencia sanitaria, el único órgano habilitado en manejar y retirar los cuerpos de los fallecidos era el Estado y la mayoría de las funerarias cerraron. Sin embargo, el sistema se vio colapsado. El resultado de toda esa situación fue que muchos hospitales, clínicas e incluso casas de familias se vieron obligados a tener los fallecidos hasta 5 días, sin que las autoridades pudiesen resolver el tema. Delante de la desesperación, muchas personas empezaron a dejar los cuerpos en los patios de las casas, en las calles e incluso algunos prendieron fuego a los cuerpos que estaban con mal olor y en estado de putrefacción, aunque el gobierno niega que se quemaran cadáveres” nos cuenta el P. Bruno Roque.

Tanto en Quito como en Bahía se están respetando las restricciones sanitarias. Así la gente permanece en su casa, “y las reuniones, misas y celebraciones son todas transmitidas por las redes sociales. Solo salimos de casa por motivo de alguna emergencia” nos indica este religioso dehoniano.

“Más del 60% de la población vive del día, o sea, no cuentan con un trabajo remunerado. Eso provoca escasez en los hogares, pues la gran mayoría de personas tienen prohibido salir de casa y retomar sus labores cotidianas. Aparece ya el problema de hambruna, tanto en Quito como en Bahía”.

Nuestras obras sociales en este país no cuentan con los permisos sanitarios para funcionar. “En Bahía de Caráquez, la Domus Cordis se encuentra en período de vacaciones escolares, y se han cedido sus instalaciones para el alojamiento de 70 militares y 8 policías nacionales que aseguran la ciudad y, especialmente, la cárcel, que está considerada población de riesgo ante la pandemia”.

El Aula De Educación Integral Talita Kum trabaja con un grupo de personas vulnerables y no pueden salir de sus casas. Los dos comedores sociales (Bellavista y P. Dehon) no cuentan con permisos para funcionar porque hay un decreto presidencial que no permite que las personas coman fuera de su casa. El Centro de Día Sagrado Corazón de Quito no puede funcionar por trabajar con otro de los grupos vulnerables, los ancianos. “Esas obras estarán cerradas hasta que los Gobiernos Cantonales o el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) nos autorice a funcionar” se lamenta el P. Bruno Roque.

En Quito la Parroquia Santa María de la Argelia está recogiendo alimentos de una cadena de supermercados, armando canastas y con el apoyo de la Policía Nacional, durante el toque de queda llevan los alimentos casa por casa de los más necesitados. También el Banco de Alimentos del MIES, que se encuentra en la parte baja de nuestros sectores parroquiales, está dando kits de alimentos.

Cuarentena en Venezuela

En Venezuela la pandemia de Coronavirus está agudizando aún más la crisis por la que estaban pasando. Se está agravando el problema de la escasez de gasolina que ya atravesaban, la gente está pasando hambre, no pueden costear sus medicinas y muchas familias se han dividido al tener que migrar algún miembro a otro país.

El P. Alejandro Iglesias, Superior de la Región de Venezuela, cree que no va a ser fácil llevar estas medidas de confinamiento a largo tiempo, “ya que la gente necesita trabajar para poder comer. En la calle, se nota en las personas angustia, temor… Ya no sólo es la falta de alimentos, de medicinas, gasolina, la inestabilidad social y económica, la acumulación de basura en las calles que genera otras enfermedades, sino también ahora nos persigue el miedo al contagio”.

En este país los misioneros dehonianos tratan de ayudar en todo lo que está en sus manos.

Entre otras cosas, desde la Parroquia San Miguel Arcángel, en Caracas, el P. Wilfredo Corniel continúa ofreciendo 200 platos de comida caliente a ancianos y a niños necesitados. Además, en estos días no ha dudado en recorrer las calles con el santísimo en mano para acercarlo a todos los hogares de la zona. Además, el Seminario P. Dehon, “donde están nuestros estudiantes de filosofía dan los martes y jueves de comer a 50 necesitados. Las otras parroquias también están ofreciendo bolsas de comida a necesitados que acuden a nuestras iglesias” informa el Superior Regional.

Respecto a la entrega de medicinas, durante este periodo no las están pudiendo llevar al centro médico de Mariara o a las comunidades y parroquias del interior, “dado que las carreteras están bloqueadas por las autoridades de la policía y además escasea la gasolina. De las medicinas siguen beneficiándose algunos hospitales de Caracas, como el oncológico y muchas personas” indica el superior regional.

En las diferentes comunidades formativas que disponen los Dehonianos en este país, se sigue con la formación online.

Tanto en Ecuador como en Venezuela nuestros religiosos siguen evangelizando a través de las redes sociales o medios de comunicación, bien emitiendo alguna que otra eucaristía o con otras iniciativas que tratan de transmitir esperanza a los ciudadanos.

Es en estos momentos difíciles cuando hay que tender la mano a las personas más vulnerables. Nosotros, tal y como hemos hecho siempre, apoyamos a nuestros misioneros de Ecuador y Venezuela, tenemos a toda su población presente en nuestra oración.

Les mandamos mucho ánimo. ¡Juntos vamos a superar esta crisis!

¡Contigo ayudar a los demás es posible!

scjdehonianos
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