El Beato Juan María de la Cruz en Puente la Reina

El Beato Juan María de la Cruz en Puente la Reina

El pasado 22 de septiembre Puente la Reina celebró la Memoria del Beato Juan María de la Cruz con una Eucaristía en la Iglesia del Crucifijo, junto al sepulcro del beato. La comunidad religiosa y la parroquia puentesina habían convocado a los fieles para la misa y posterior veneración de la reliquia del mártir. Todos los años tiene lugar esta celebración que congrega a amigos, bienhechores, profesores y alumnos del colegio y seminario dehoniano.

Cuadro y reliquia en la parroquia de Santiago

La iglesia parroquial de Santiago en Puente la Reina cuenta desde este año 2018 con el retrato y una reliquia del Beato Juan María de la Cruz que se ha situado en uno de los muros laterales del templo. De esta forma se hace presente y visible también allí la vinculación de nuestro Beato con la iglesia local de esta localidad navarra.

Cuadro y reliquia Beato en Parroquia de Santiago Puente la Reina (3)

El P. Juan Mª de la Cruz, originario de San Estaban de los Patos (Ávila), y sacerdote diocesano de aquella diócesis, pisó por primera vez Puente la Reina en 1924 tras conocer en Madrid al P. Guillermo Zicke, fundador de la Congregación SCJ en España. Después de este primer contacto, y tras su Postulantado, Noviciado, Primera Profesión y el año como colaborador del colegio y la iglesia de la congregación en Novelda (Alicante), en septiembre de 1927, llegó a Puente la Reina. En la Escuela Apostólica sería el encargado del sostenimiento de la obra, siendo llamado ángel tutelar, y promotor vocacional. A pesar de sus ausencias debido a sus múltiples viajes para cumplir con las obligaciones mencionadas, en Puente la Reina también desarrolló una gran labor: en el seminario, como ocasional docente, predicador e instructor de los seminaristas; y en la parroquia colaborando cuando se precisaban sus servicios. Incluso acudía a otros pueblos, entre los que encontramos Mendigorría, Aoiz o Marcilla para predicar en alguna festividad eclesial. Los nueve años que vivió en Puente, y su estrecha vinculación con el seminario al que tantos esfuerzos dedicó, motivaron que, tras su martirio el 23 de agosto de 1936 y posterior exhumación de su cuerpo en 1940, sus reliquias fueran trasladas hasta el seminario puentesino. En la capilla de alumnos estuvo se sepulcro desde esa fecha hasta 2001, cuando con motivo de su beatificación fue trasladado a la contigua iglesia del Crucifijo.

En la iglesia parroquial de Santiago ya se encontraban con anterioridad los retratos y reliquias de dos mártires nacidos en Puente la Reina. Junto al Beato Juan María de la Cruz comparten protagonismo con el titular del templo y patrón local, el Apóstol Santiago, testigo de la fe y mártir de Cristo, patrón de España.

Recogemos aquí una reseña biográfica de ambos mártires puentesinos extraída de la obra de Vicente Cárcel Ortí, Mártires del siglo xx en España (1), Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 2013:

Manuel López Orbara, novicio de la Orden Hospitalaria

manuel-lopez-orbaraEl Beato Manuel López Orbara, OH (*Puente la Reina, Navarra, dióc. Pamplona, 5 febrero 1913, +Calafell, Tarragona, 30 julio 1936) frecuentó de niño el Colegio de los PP. Agustinos Recoletos del pueblo, y después ingresó en la Escuela Apostólica de los PP. Reparadores del Sagrado Corazón de Jesús, pero tuvo que salir por dificultades en los estudios.

En 1935, más maduro en sus sentimientos y personalidad y deseando dedicar su vida a la asistencia a los enfermos, ingresó en la Orden Hospitalaria, pasando después del aspirantado al noviciado de Calafell el 6 de marzo de 1936, en donde se encontraba durante los días de la persecución marxista. Mientras la incautación del sanatorio, entre temores y amenazas, se mantuvo sosegado, tranquilo, con la confianza puesta en Dios; no aceptó la invitación de quedarse en el sanatorio, sino seguir la suerte de los demás, en unión del P. Maestro. En el momento en que iban a ser fusilados y al separar a cuatro novicios por jóvenes, él también pidió ser liberado, pero no fue aceptado, y por tanto murió ofrendando su vida joven en testimonio de su fe cristiana y su vocación hospitalaria. Tenía 23 años. Fue beatificado por el Santo Papa Juan Pablo II en Roma el 25 de octubre de 1992.

José María Ruiz Martínez, religioso de la Congregación Pasionista

El Beato José María Ruiz Martínez, CP, estudiante (*Puente la Reina, Navarra, dióc. Pamplona, 3 febrero 1917, +Carabanchel Bajo, Madrid, 23 julio 1936) tenía dos años cuando la familia se cambió a Mendigorría. Ingresó en el colegio Martires Pasionistas de Daimielpasionista de Zaragoza en 1929. Debido a la situación política tuvo que regresar a Pamplona. Más tarde, pudo incorporarse a su colegio y el 27 de septiembre estaba ya en Corella. Recibió el hábito el 22 de octubre. A lo largo del noviciado se le elogió sin reservas, si bien “en lo físico parecía algo débil” hasta el punto de que se llegó a estudiar la posibilidad de mandarle a casa. El 29 de octubre de 1933 emitió sus votos, no sin antes habérselo comunicado a la familia.

En Corella vivió otro año más entregado a los estudios, “que parece me dan más salud”. Al informar del inminente traslado a Daimiel animó a todos los hermanos y a su madre a soportar las pruebas. En el mes de abril de 1936 les escribió estas palabras comentando la situación de España: “Todo esto es muy doloroso para un amante hijo de la Iglesia, y también lo será para ustedes. Pero no hay que desalentarse. Dios nos ha castigado por nuestros pecados y ha permitido estas cosas. Nuestra fe se debe aumentar y si es necesario debemos estar dispuestos a morir por ella”. Él moriría pocos meses más tarde a los 19 años de edad.

Fue beatificado en el grupo de los mártires Pasionistas de Daimiel que consta de 26 religiosos por el Santo Papa Juan Pablo II en Roma el 1 de octubre de 1989.

 

Alfonso González Sánchez
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