Dehonianos

7 de septiembre de 2025

Cargar con la Cruz

Con frecuencia, “cargar con la cruz” se entiende como practicar pequeñas mortificaciones, con el fin de alcanzar a través del sufrimiento una comunión más profunda con Cristo crucificado.

Otros piensan que “cargar con la cruz” es aceptar con paciencia las contrariedades de la vida: enfermedades, desgracias o las dificultades que surgen en el trabajo, en la comunidad o en la Iglesia.

Pero… ¿qué significó realmente para Jesús cargar con la cruz?

El cristiano debe estar preparado para afrontar el conflicto, el rechazo y la agresión de una sociedad demasiado segura de sí misma, que no acepta que se le diga que está equivocada ni que su proyecto no coincide con el de Dios.

Quien no está dispuesto a aceptar el fracaso a ojos del mundo, quien evita el conflicto para ser políticamente correcto o busca agradar siempre a todos… no puede seguir a Jesús.

Cada uno de nosotros debe hacer del proyecto de Jesús su propio proyecto de vida:

  • No buscando seguridades.
  • Llevando la suerte de los marginados.
  • Siguiendo sus huellas por los caminos que pisa la gente.
  • Poniéndose al servicio de los últimos, y no buscando los primeros puestos como nos recordaba el Evangelio del domingo pasado.

Seguir a Jesús y cargar con su cruz es convertir la propia existencia en don y servicio para los demás.

El Señor aborrece a los tibios.

¡Ánimo!