P. Pedro Jesús Arenas: “Estar cerca del necesitado ayuda a redimensionar la vida, los deseos y a releer el día a día”

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P. Pedro Jesús Arenas: “Estar cerca del necesitado ayuda a redimensionar la vida, los deseos y a releer el día a día”

Este mes de agosto el P. Pedro Jesús Arenas volvió a España dejando atrás Ecuador, el país donde ha estado de misión durante muchos años. Allí ha vivido momentos muy complicados, pero también situaciones muy emotivas que le han dejado sentir el calor y agradecimiento de los ecuatorianos.

Hemos hablado con el religioso dehoniano para conocer mejor sus sentimientos en estos momentos de cambio en su vida.

-Tras 17 años en Ecuador, ahora vuelve a España ¿Qué ha supuesto Ecuador en su vida?

Estoy recién llegado a España, así que me falta perspectiva para poder situar estos diecisiete años y medio en toda mi vida. De momento siento que la experiencia de misión en Ecuador ha sido muy importante para mí. Llegué con veintinueve años como diácono y recién graduado de enfermería. Allá he desarrollado todo mi ministerio sacerdotal. Han sido desde los treinta hasta los cuarenta y siete años que suele ser la etapa vital más productiva y de mayor crecimiento.

-¿Qué es lo que más va a echar de menos de este país latinoamericano?

No lo puedo asegurar en este momento, pero seguramente será:

  • Un ambiente religioso en el que Dios está presente en la vida cotidiana: “Deme su bendición”; “Dios le pague”; “gracias a Dios”… Esa normalidad de lo sagrado, lo trascendente enriquece la vida diaria y le da sentido a todo lo que se vive, tan necesario en momentos como éste de pandemia.
  • La calidez en el trato diario, la cercanía que se respira en casa y en la calle.
  • Un ambiente de pobreza y marginación. No quiero decir que sea buena la pobreza, quiero decir que estar cerca del necesitado ayuda a redimensionar la vida, los deseos y a releer el día a día.

-En Ecuador ha vivido momentos difíciles como fue el terremoto de 2016 ¿Cómo recuerda aquellos días?

Sí, en Ecuador he vivido momentos muy difíciles, quizá los más complicados fue sufrir la violencia y la inseguridad. El terremoto de 2016 no lo viví directamente pues estaba en Quito y el terremoto lo sufrió la costa ecuatoriana. Al día siguiente de ocurrir fuimos para allá una caravana de varias parroquias y me quedé quince días. Fue muy duro vivir esos primeros días después de la devastación que provocó. Sentí dolor, impotencia, fue sobrecogedor tanta destrucción y tantos muertos. También fue hermoso la solidaridad que se vivió desde el primer momento en todo el país y desde fuera de Ecuador en favor de los más afectados.

Ahora, cuatro años después y viviendo una pandemia, creo que el terremoto y lo que está sucediendo este año nos ayuda a resituarnos frente a Dios y a los demás. Por un lado somos creaturas, no dioses. Y por otro, si creemos en un futuro no hay más camino que la fraternidad y la solidaridad.

-Supongo que ha visto situaciones muy tristes, ¿hay alguna que recuerde por lo que le impactó?

Han sido muchos años y han sido muchas situaciones. He tenido el privilegio de contemplar cómo personas viviendo con VIH-SIDA por los años 2004-05, con lo que ello suponía de exclusión social y de peligro vital, sacaban lo mejor de sí y se enfrentaban a su situación diciendo públicamente: “Sí, tengo la enfermedad y quiero vivir”.

Otro tanto puedo decir de personas alcohólicas, drogadictas o que han vivido situaciones complicadas en sus vidas. Quizá lo más duro ha sido ser testigo de quien ya no quiere vivir, quien ya no quiere luchar o enfrentar. También el ser testigo de la injusticia, de la idolatría del poder que da el dinero.

-En los últimos años ha sido el responsable de la Casa de Formación de Quito, ¿qué supone este centro para las personas que sienten la vocación?

Quien entra en un proceso de formación para la vida religiosa asume un camino muy hermoso de discernimiento vocacional y crecimiento humano y espiritual.

Asumiéndolo así, una casa de formación es, siempre, una experiencia positiva para un joven sea cual sea su futuro vocacional.

-Desde España se envía ayuda para apoyar diferentes proyectos de Ecuador. ¿Qué supone esa ayuda para los ecuatorianos?

Son muchas las familias que se ven favorecidas por la ayuda económica que llega de España. El vínculo que nos une es muy importante y significativo. Las personas beneficiadas lo saben y lo agradecen mucho. La ayuda llega a todos los proyectos solidarios: aula de discapacidad; apadrinamientos; comedores populares; microcréditos; ancianos; jóvenes formandos, etc… Para todos ellos supone vida y esperanza, además de la convicción que no están solos en sus necesidades.

-¿Le gustaría más adelante partir a algún lugar de misión? 

Ahora y después, lo que más deseo es tener el coraje de discernir la voluntad de Dios y ser fiel a mí mismo, sea donde sea.

 

Le deseamos al P. Pedro Jesús Arenas lo mejor en este nuevo camino que comienza.

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[email protected]
8 Comentarios
  • Beatriz Alina Mena Jurado
    Publicado el 11:24h, 02 septiembre Responder

    Gracias Padre Pedrito Bendiciones cuidense mucho

  • William Andrés Vásquez Terán
    Publicado el 13:15h, 02 septiembre Responder

    Donde quiera que usted vaya Padre Pedro, siempre será una luz y una bendición, para aquellos que lo conozcan, Dios me dio la oportunidad de conocerlo y hablar, mucho quedo pendiente, pero en el tiempo que paso. Fue lo mejor!! Que Dios lo bendiga y siempre siempre aquí en Quito Ecuador lo recordaremos como aquella luz que unió más un comunidad y familia… La bendición Padre Pedro!!!…

  • José Luis Vásquez T
    Publicado el 16:22h, 02 septiembre Responder

    Maravilloso, único, una experiencia valiosa el haber podido caminar en algunas ocasiones con él Padre, gratos recuerdos y mi único deseo que nunca cambie, espero un día poder volverle a ver Padre Pedro.

    Desde Ecuador ?? le envío un gran abrazo y si es verdad los ecuatorianos siempre decimos. Deme su bendición.

    Así que.. Deme la bendición Padre?. ?

    • Sandra Rocha
      Publicado el 04:09h, 04 septiembre Responder

      Quiero agradecer a la Comunidad Dehoniana por compartir con los Ecuatorianos a sus Sacerdotes, quienes con su carisma nos hacen sentir la presencia misma de Dios entre nosotros.. Y un gracias Infinito a Dios por habernos permitido compartir con Pedro Jesús !!.

  • Marielle de Almeida Cunha Bonilla
    Publicado el 22:37h, 02 septiembre Responder

    Lindo compartir. Felicidades en su nuevo llamado para servir a nuestro Padre Misericordioso. Abs. Narielle Bonilla.

  • Sandra Margarita Rocha Niza
    Publicado el 04:22h, 03 septiembre Responder

    Quiero mencionar que Padre Pedro Jesús nos enseñó a los Ecuatorianos a ver a Dios en nuestros hermanos necesitados, nos enseñó a compartir lo poco o lo mucho que tenemos, nos enseñó a ver la vida con alegría y esperanza. Nos enseñó a Amar de verdad !

  • Magaly López Racines
    Publicado el 12:26h, 03 septiembre Responder

    No hay palabras exactas para describir cuan Grande es Dios al habernos brindado un gran regalo, la vida de Usted Padre Pedro en nuestra vida ha sido, es, y sera una gran bendicion, de usted aprendi mucho, y me deje llenar de Dios en cada mision, en cada eucaristia, en cada momento compartido, hay tantos recuerdos y anecdotas Gracias por todo y por tanto siempre se lo va a recordar como el amigo caminante y misionero… le quiero mucho Dios le pague por su entrega, amor y sacrificio a nuestro amado ?? un abrazo fuerte… La Bendición Padrecito… ??

  • Sonia Osorio
    Publicado el 12:45h, 04 septiembre Responder

    Un servidor de Dios a quien tuve la oportunidad de conocerle y doy gracias a Dios por haberle enviado mi país Ecuador. Dios le pague. por todo lo que hizo padre Pedro que Dios y la virgen Santísima le proteja siempre

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