23 Feb Aloisio Sebastião, un dehoniano muy cerca de los altares
Hoy, 23 de febrero de 2023 es un día importante para nuestra Congregación: se ha dado un paso más en la Causa de canonización del P. Aloísio, scj. El Cardenal Marcello Semeraro, Prefecto del Dicasterio de las Causas de los Santos ha presentado al Santo Padre el examen de la Causa del Siervo de Dios, P. Aloísio Boeing, scj, para que sea declarado Venerable.
De hecho, el Papa Francisco ha pedido al mismo Dicasterio que promulgue el Decreto de las Virtudes Heroicas del Siervo de Dios, por su extenso apostolado, unido a su gran caridad hacia Dios y el prójimo, y por el alivio que llevó atantas personas durante su vida. La declaración como venerable es el paso previo a la beatificación, para llegar a este punto se han examinado en profundidad su vida y sus escritos, viendo la huella de Dios y la fama de santidad. Queda por delante dar a conocer al Venerable como un modelo de santidad para la Iglesia y su intercesión en un milagro.
Biografía
Aloísio Sebastião Boeing nació el 24 de diciembre de 1913 en Vargem do Cedro, en el Estado de Santa Catarina, Brasil. A los 11 años comenzó su formación religiosa y sacerdotal en la Congregación de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús, donde hizo su profesión religiosa el 16 de enero de 1934 y fue ordenado sacerdote el 1 de diciembre de 1940. Dedicó gran parte de su vida a la formación de nuevos religiosos. Mientras desempeñaba esta función, fue también director espiritual de un grupo de chicas, y con ellas fundó, el 2 de agosto de 1974, la Fraternidad Mariana del Sagrado Corazón de Jesús. Cuando terminó su servicio como maestro de novicios, fue trasladado a Pomerode y luego a Brusque. Más tarde, en 1984, fue transferido a Nereu Ramos, distrito de Jaraguá del Sur. Aquí permaneció el resto de su vida, atendiendo a quienes acudían a él en busca de consejo, ayuda o bendición. Murió el 17 de abril de 2006. Tenía 92 años.
Su apostolado fue fecundo, acompañado por la fe, la oración y sostenido por una viva esperanza. Su conducta en el noviciado fue muy apreciada, porque sabía combinar firmeza y ayuda generosa. Fue un válido director espiritual para muchos sacerdotes y se dedicó con pasión a las comunidades locales en las que ejerció su ministerio, mostrándose caritativo, humilde y servicial con todos, especialmente con los más pobres a los que prestaba apoyo material y espiritual.
El reconocimiento oficial de las virtudes heroicas por parte de la Santa Sede es un paso esencial en el proceso de beatificación y canonización de un Siervo de Dios. De este modo, sus virtudes se presentan a la devoción e imitación de los fieles. Suscitan siempre admiración, imitación y santificación.
Que el Venerable Siervo de Dios, el P. Aloísio, padre y amigo, interceda por todos y nos conceda su bendición.
Venerable Aloísio Boeing, ruega por nosotros
P. Ramón Domínguez, scj.
Postulador general
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